Intento mantenernos a flote en mar abierto, porque ella se encuentra mal y no sabe nadar.
Por fin consigo ver a lo lejos nuestra barca, así que decido movernos en esa dirección.
Cuando llegamos donde creía debería estar, veo que ahí no hay barca alguna.
Exhausto, hundiéndonos, empiezo a pensar en rendirme.
- Tengo frío.